Descubre cómo recargar tu mente, cuerpo y espíritu para seguir sirviendo con propósito en el mundo inmobiliario, incluso en días difíciles.
A veces el cansancio no es físico, es del alma.
Y como agentes, cargamos con más de lo que se ve: objetivos, emociones, rechazos, incertidumbre, creencias internas.
No, no se trata de fingir que todo está bien. Pero sí de tener un plan de acción real cuando la mente se nubla, la motivación baja y el corazón se cierra. Porque cuando estás en esta industria con propósito, sabes que tu energía también es parte del servicio.
Y por eso, necesitas cuidarla, nutrirla, encenderla de nuevo cada día, si hace falta.
No siempre puedes cambiar las circunstancias.
Pero sí puedes decidir cómo te acompañas a ti mism@ en medio de ellas.
Aquí te comparto un plan que yo misma uso.
Un plan que no exige perfección.
Solo disposición.
No me obligo a ser productiva, ni a sonreír a la fuerza.
Solo me reconozco: “Estoy baja de energía, y eso también es válido.”
Ese acto de autocompasión ya me empieza a sanar
A veces no es el cliente que no responde.
Es la inseguridad.
Es la soledad del proceso.
Es la presión de querer demostrar que “todo va bien”.
Me permito sentir y desde ahí, observo con compasión lo que está pidiendo atención.
Cuando la mente se agota, el alma toma el timón.
Y entonces me repito:
“No estoy en este negocio solo para cerrar ventas. Estoy aquí para acompañar procesos de vida.”
Eso me ayuda a volver al propósito, no a la presión.
Mente:
Apago un rato el ruido. Leo algo que me inspire, escribo mis pensamientos, respiro consciente.
Cuerpo:
Me muevo. Camino, estiro, bailo, limpio el espacio. Hago algo que me saque de la quietud emocional.
Espíritu: (Soltar el control)
Hablo con Dios en silencio.
O en voz baja.
A veces solo digo: “Aquí estoy. Sostenme tú.”
Y me quedo en ese momento, confiando en que mi fuerza no depende solo de mí.
No espero sentirme “100% bien” para volver a accionar, solo necesito reconectar con mi intención y dar el siguiente paso, por pequeño que sea.
Responder un mensaje.
Hacer una llamada.
Enviar una propiedad.
Volver a servir… pero desde mi centro, no desde la exigencia.
Tu energía es tu activo más valioso.
Y tu paz interior… es tu ventaja más poderosa, no tienes que ser fuerte todo el tiempo, solo necesitas aprender a recargarte. Y cuando lo haces, vuelves a caminar con firmeza, a acompañar con amor y a brillar con propósito, incluso en medio de la tormenta.
“Cuando la mente se apaga, el alma lidera. Y ahí, vuelves a ti. Vuelves a servir"
ÚNETE A NUESTRO BLOG
Únete ahora para obtener acceso anticipado a productos, planes y consejos para cultivar una vida como agente inmobiliaria en equilibrio y plenitud además tendras como regalo especial mi diario de gratitud.