Descubre cómo recargar tu mente, cuerpo y espíritu para seguir sirviendo con propósito en el mundo inmobiliario, incluso en días difíciles.

Descubre cómo recargar tu mente, cuerpo y espíritu para seguir sirviendo con propósito en el mundo inmobiliario, incluso en días difíciles.

No se trata de estar bien todos los días

A veces el cansancio no es físico, es del alma.


Y como agentes, cargamos con más de lo que se ve: objetivos, emociones, rechazos, incertidumbre, creencias internas.

No, no se trata de fingir que todo está bien. Pero sí de tener un plan de acción real cuando la mente se nubla, la motivación baja y el corazón se cierra. Porque cuando estás en esta industria con propósito, sabes que tu energía también es parte del servicio.

Y por eso, necesitas cuidarla, nutrirla, encenderla de nuevo cada día, si hace falta.

¿Qué hago cuando mi mente se apaga?

No siempre puedes cambiar las circunstancias.


Pero sí puedes decidir cómo te acompañas a ti mism@ en medio de ellas.

Aquí te comparto un plan que yo misma uso.


Un plan que no exige perfección.


Solo disposición.

 1. Me hago una pausa, sin juicio

No me obligo a ser productiva, ni a sonreír a la fuerza.


Solo me reconozco: “Estoy baja de energía, y eso también es válido.”

Ese acto de autocompasión ya me empieza a sanar

2. Me pregunto: ¿Qué está pasando dentro de mí?

A veces no es el cliente que no responde.

  • Es la inseguridad.

  • Es la soledad del proceso.

  • Es la presión de querer demostrar que “todo va bien”.

Me permito sentir y desde ahí, observo con compasión lo que está pidiendo atención.

3. Recuerdo por qué empecé

Cuando la mente se agota, el alma toma el timón.


Y entonces me repito:
“No estoy en este negocio solo para cerrar ventas. Estoy aquí para acompañar procesos de vida.”

Eso me ayuda a volver al propósito, no a la presión.

4. Activo mis tres fuentes de energía

Mente:

Apago un rato el ruido. Leo algo que me inspire, escribo mis pensamientos, respiro consciente.

Cuerpo:

Me muevo. Camino, estiro, bailo, limpio el espacio. Hago algo que me saque de la quietud emocional.

Espíritu: (Soltar el control)

Hablo con Dios en silencio.
O en voz baja.
A veces solo digo: “Aquí estoy. Sostenme tú.”



Y me quedo en ese momento, confiando en que mi fuerza no depende solo de mí.

5. Me permito seguir, pero con amor

No espero sentirme “100% bien” para volver a accionar, solo necesito reconectar con mi intención y dar el siguiente paso, por pequeño que sea.

  • Responder un mensaje.

  • Hacer una llamada.

  • Enviar una propiedad.

Volver a servir… pero desde mi centro, no desde la exigencia.



Reflexión final: cuando tú estás bien, tu negocio florece

Tu energía es tu activo más valioso.


Y tu paz interior… es tu ventaja más poderosa, no tienes que ser fuerte todo el tiempo, solo necesitas aprender a recargarte. Y cuando lo haces, vuelves a caminar con firmeza, a acompañar con amor y a brillar con propósito, incluso en medio de la tormenta.

“Cuando la mente se apaga, el alma lidera. Y ahí, vuelves a ti. Vuelves a servir"

Revisa esto

Mentalidad poderosa, inspiración y liderazgo

Comunidad y Alianzas

ÚNETE A NUESTRO BLOG

Únete ahora para obtener acceso anticipado a productos, planes y consejos para cultivar una vida como agente inmobiliaria en equilibrio y plenitud además tendras como regalo especial mi diario de gratitud.